Malo Malo
Con poca motivación recibí la noticia que la crónica de esta semana me tocaba. Nuestro reportero estrella, El Negro, el 18, Elano, no asistió al encuentro y yo, como interino debí asumir su lugar y la responsabilidad de mantener actualizado a nuestros seguidores.
Comienzo el relato señalando que mi visión del partido es a partir de las 20:15, o sea, como con 45 minutos menos. Esto (hay que decirlo), por culpa de Marko, quien aun teniendo auto y tiempo atrasó su salida desde su cómodo departamento hacia la hostil cancha de las The Real Brother’s, atrasándome de paso a mi y al Coto. Pero bueno, llegamos y eso es lo importante.
Llegando a la cancha nos encontramos con un famélico 3X3, donde la novedad fue la reaparición del Toto, luego de su viaje de perfeccionamiento, ya que la comunidad lo becó para que fuera a practicar a Alemania, razón por la que en la actualidad no tenemos fondos para comprar un balón nuevo.
Bueno, a nuestra llegada y tal como lo expresé anteriormente, nos encontramos con una concurrencia etiope (en palabras de Willy). Jugaban en una reducida cancha el Chico, Lampard y el Toto, mientras en el sector rival se encontraba el Cristóbal, Juanito y el Mono.
Los Loosers
Los Winers
El Coto se integró al primer equipo y yo (Papa) y Marko jugamos por el segundo equipo, iniciando inmediatamente la serie de llantos sobre el que uno de los equipos tenía un jugador más, pero bahh!!!
El inicio del partido fue horrible. El equipo con un jugador extra no hacía ni entre los 5 uno decente. Se lanzaban ladrillos, Papa daba pases al arquero dejando la pelota a la entrada del área. Juanito no era capaz de recibir ningún pase, Cristobal corría por la banda y se le escapaba la pelota, Juanito no podía coordinar su corrida con el movimiento del balón….Marko, estaba lejos del jugador que había sido la semana anterior. El peso de ser “el mejor jugador” se hizo sentir con fuerza.
Pero no restemos mérito al otro equipo. Con un jugador menos y mucho talento apabullaron, pasaron por encima a sus rivales, colocándose tempranamente arriba por 7 goles.
El desarrollo del partido continuo y el partido continuó siendo horrible. Los jugadores del equipo “amotriz” no se afinaban ni se calentaban (excusa de Marko: estoy frío). El otro equipo seguía dominando, pero ya no hacían tantos goles como en un principio, gracias a la puesta en marcha de la efectiva “técnica del murciélago”. Sin embargo, a pesar de mejorar su defensa, los goles no llegaban. Juanito y Cristóbal, insignes goleadores, estaban con la pólvora mojada. El Mono se encendía a ratos, pegando una que otra patada. Los rivales seguían dando lecciones de fútbol, pero la diferencia, ahora que lo pienso no sé cómo, comenzó a acortarse. De cuando en cuando el Toto sufría unos mareos, producto de su abrupta bajada del avión y el Cristián pasaba unos minutos en el suelo llorando, mientras el resto se burlaba.
Cuando tuvieron el partido dominado, Cristián comenzó a farrearse goles. Uno tras otro, tras otro. Finalmente llega a la portería defendida por Papa y estrella contra el palo. El rebote deja la pelota en el área y en los pies del Coto, quien remata a medio metro y desvía. Eso fue todo. En ese momento el equipo perdedor y malo dijo: “Estos tipos nos quieren regalar el partido” y se fueron con todo en busca del empate.
El partido llegaba a su fin y seguía siendo malo. Cuando el camión con los The Real Brothers llegó a la cancha, se produjo el empate. Finalmente, el capitán de los brothers nos dijo: “ya chiquillos, es la hora”, todos supimos que el partido se definiría como en los viejos tiempos: último gol gana. Y así no más fue. No recuerdo, pero el último gol lo pudo haber anotado el Mono. El hecho es que ganamos a un equipo infinitamente superior y nos fuimos de la cancha con una sensación de dulce y agraz.
Top GOL: no hubo. Todos fueron malos
Figura del partido: El capitán de los Real Brothers que nos sacó de la cancha y le puso emoción al partido, obligándonos a definir con último gol
Informó para LTT
El Papa
